Shuri tiene un dolor de espalda severo debido a que está demasiado cansada por las tareas diarias. Mi amable esposo estaba preocupado y me aconsejó que fuera al hospital, pero yo estaba ocupada con las tareas del hogar, así que tuve que dejarlas de lado. Un día, mi marido trajo al buzón un folleto sobre un viaje de negocios de masajes. Es barato y si no funciona no perderás dinero. Como su marido estaba tan preocupado, Shuri decidió pedir un masaje. Sin saber que era una trampa para un masajista astuto y que sería el calamar …
El marido dejó que su mujer contratara a un masajista para que la llevara a casa y el final fue agridulce
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